Luís Filipe Madeira Caeiro Figo (Lisboa, 4 de noviembre de 1972), es un ex futbolista portugués que militó en Sporting de Lisboa, FC Barcelona, Real Madrid e Inter de Milán, con los cuales obtuvo 22 títulos entre torneos nacionales e internacionales. Fue el primer fichaje galáctico del Real Madrid C.F.
Trayectoria[]
Sporting de Lisboa[]
A los doce años el pequeño Luis superó las pruebas y se integró en las categorías inferiores del club lisboeta. Destacó sobre el resto de sus compañeros y debutó con la selección Sub-16, con la que en 1989 se proclamó campeón de Europa. Había surgido una generación de futbolistas portugueses que pronto hicieron recordar la época del gran Eusébio, y Figo era la estrella más rutilante. Esa progresión permitió que el 1 de abril de 1990 debutara con el primer equipo del Sporting en partido oficial ante el Marítimo. Tan sólo tenía diecisiete años.
Al año siguiente se proclamó campeón del mundo juvenil con Portugal. Su actuación en este torneo y su protagonismo en el Sporting le valieron para debutar con la selección absoluta en 1992, de la mano de Carlos Queirós, que fue su entrenador en el Sporting.
F.C Barcelona[]
Su contratación no fue fácil, porque antes de que el Barça llamara a sus puertas, Figo había iniciado gestiones con dos equipos italianos, la Juventus y el Parma, cosa que le podría haber acarreado una sanción de dos años sin poder salir del Sporting. Luís, pues, pasó al equipo barcelonista casi sin quererlo. Fue una apuesta de Johan Cruyff, el entrenador del Barça, quien, por 230 millones de pesetas -un precio nada módico entonces-, contrató los servicios del emergente portugués para borrar la huella del hasta entonces ídolo de la afición culé, Michael Laudrup, quien se había marchado al Real Madrid a causa de las diferencias que mantenía con el técnico holandés.
Figo se hizo pronto un hueco en el vestuario y un lugar privilegiado en el corazón de la afición azulgrana, para quienes se convirtió en el portaestandarte del barcelonismo y en la pieza clave de los triunfos del equipo. En el F. C. Barcelona siempre dio muestras de su calidad a pesar de estar a las órdenes de tres entrenadores con estilos muy diferenciados: Cruyff, Bobby Robson y Louis van Gaal. Con ellos, el portugués demostró su capacidad para adaptarse a cualquier sistema de juego. En su etapa barcelonista Figo ganó una Supercopa de España, dos Copas del Rey, dos Ligas, una Recopa de Europa y una Supercopa de Europa.
Real Madrid[]
El nombre de Figo copó, el verano de 2000, las portadas de los diarios en el ardor de las campañas electorales a las presidencias del Real Madrid y del F. C. Barcelona. El candidato madridista, Florentino Pérez, jugó la decisiva baza del fichaje del portugués, símbolo del barcelonismo, para derrotar a Lorenzo Sanz, quien, pese a la bancarrota económica, presentaba un balance deslumbrante en lo deportivo: una Liga y dos Copas de Europa en tres años. Pérez firmó un precontrato con el representante del jugador, José Veiga, por el que Figo, previo pago de su fabulosa cláusula de rescisión -10.000 millones de pesetas-, ficharía por el Real Madrid si el candidato madridista salía elegido presidente.
El acuerdo tenía una cláusula adicional que era, cuando menos, curiosa: si alguna de las partes no cumplía lo pactado, debía indemnizar a la otra con 5.000 millones de pesetas. Esa condición permitió que Florentino echara un órdago en plena campaña: si yo soy el presidente y Figo no viene este año al Real Madrid, pagaré [con el dinero que me dará Figo, debía pensar] los abonos de la siguiente temporada a todos los socios. En Barcelona, los socios del equipo azulgrana se frotaron las manos, porque todos los candidatos a la presidencia del equipo aseguraron, sin aportar pruebas, que la estrella portuguesa no se movería del Camp Nou.
Sin embargo, Florentino salió elegido, cumplió su contrato y Figo, a quien Joan Gaspart se negó a dar los 5.000 millones para indemnizar al Real Madrid, también. El portugués, flanqueado por Alfredo di Stéfano y por el flamante presidente, posó en plena canícula con su nueva camiseta, con la que pasaba de héroe a traidor y de despreciado a idolatrado, según los colores del equipo desde el que se contemplara aquella compleja operación que marcó un hito en el mundo de los traspasos, pues fue el más caro de la historia.
La monumental pitada con que Figo fue recibido a su regreso al Camp Nou con la zamarra del máximo rival sirvió para que en Madrid aumentara el afecto hacia la estrella humillada y para acelerar la integración del ex barcelonista en su nuevo equipo, de la mano de Raúl González. Tras aquel lamentable espectáculo protagonizado por una afición que se sentía traicionada en sus más sagrados sentimientos, el asunto Figo se fue desvaneciendo, pero la herida no cicatrizaría nunca del todo.
En enero de 2001, a pesar de que el año anterior Figo no había ganado trofeo alguno, ni con su club ni con la selección portuguesa, consiguió el Balón de Oro en reconocimiento a su fenomenal trayectoria. Tenía ya veintiocho años, y los franceses, a pesar de que el otro candidato favorito era Zidane (campeón del mundo y de Europa con la selección), dejaron al margen su proverbial chauvinismo y se decantaron por el jugador portugués, que cogía así el testigo de Eusébio, premiado con idéntico trofeo en 1965.
Con el Real Madrid, ganó la Liga en dos ocasiones, la Supercopa de España en dos ocasiones, la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental.
Inter de Milán []
Tras cinco temporadas como jugador blanco y sin ser tenido en cuenta por Vanderlei Luxemburgo, entrenador del Madrid en ese momento, Figo es traspasado al Inter de Milán en verano del 2005, convirtiéndose en el primero de los galácticos en abandonar el club. Con el Inter ganó cuatro Scudettos consecutivos, certificando el dominio de la nerazurra en Italia, y anunció su retirada tras la consecusión del último en la temporada 2008/2009.